Olé

sábado, 25 de julio de 2009

3:33 A.M.

Mi mano ha parado de escribir, y las ideas toman rumbos adversos, diversos y sobre todo confusos, es como si cada uno de estos pertenecieran a una inmensa cuerda gruesa formada por millones de diminutos estambres de ideas y ahora, justo ahora, se desprenden, desconsideradas, no me ven, egoístas, no me llaman, inútiles, no saben adonde van.

Todas desembocan, nadie se compadece por la de alado, buscan zafarse, enredadas dentro de un mismo punto, un punto que las hacia crecer, pero malditas soñadoras, son tan egoístas que no ven que su propio ego corrompió la escultura de un mismo ser, por millones, no por una. Pero qué va, a quién de ellas le importará, sólo veo que se deslizan en un mar de desesperación, oh! pero que opresión, y lo más desalentador es que antes fueron procreadoras de un momento inspirador para el artista, conmovedor para el soñador, acogedor para el enamorado, e incluso, motivador para el desalentado, pero ahora sería un castigo cruel el sólo hecho de ver este atroz momento, gemidos y sollozos, qué gran perdida de tiempo.

Poco a poco la inmensa cuerda se aminora, ya no veo muchos de los estambres, se olvidan de sus orígenes, incrédulas, qué acaso no saben que no son nada, un pequeño estambre es tan sólo un fantasma de idea, no tiene coherencia ni razón, ya no es idea, es sólo un hilacho inoportuno.

Veo que se apartan, es impresionante la rapidez con la cual he dejado de recrear una idea, una imagen, un sonido, un recuerdo, nada, todos han tomado rumbos diferentes, ahora soy yo sin "mi", mi mirada, mi origen, mi respirar, mi inmensa cuerda.

Las 3:33 A.M. la cuerda no existe, ya no vive nada como tal,"Lud sun da geun lants^em".

No hay comentarios: