Olé

martes, 2 de febrero de 2010

El destino tomó su camino

Conforme qué progreso, el hecho de hacer un inicio difunde fines, acabados, terminales y con qué móvil el progreso avanza.

He pasado por varios días irrepetibles en cuanto al estado de probabilidad, pero que espero que en calidad se repita, ahora que doy por concluido varios de estos momentos, empiezo con otros. Ahora comprendo una frase que conmemora los días de extrema frustración y cuales mi cuerpo grita por descansar: "Descansa cuando estés muerto".

Y es que ahora me doy cuenta que el trabajo, el constante movimiento conforma esa estadística improbable en realizable, en posible y deja de ser un sueño. Vivo para soñar mis sueños. Sueño para vivir mi vida.

Desbordante de caudales, imparable de impedimento, todo progreso avanza, cuestión de tiempo la meta llega, es incuestionable esa culminación. El destino tomó su camino. Y Llegará.