Cello legado de Vida

Cuestión de enfoques, simples sentimientos elementales por los cuales conformamos el estado científico. El proceder de todo esto radica en el pensamiento de una conjetura a priori por el significado absoluto, significado predestinando al fracaso, ya que, el ser que engendra ésta pregunta se llama humano y es creado bajo el escepticismo de vida, de su vida.

La vida es y seguirá siendo entre la continuidad del tiempo y espacio, mas nunca será la misma sin un proceder humano.

El hecho de que la vida haya dado lugar a un ser con capacidades de raciocinio, asumió la responsabilidad de un ser errante, imperfecto y de capacidades infinitas. Un ser dotado de inteligencia para equivocar y perfeccionar, para valorar y amar, para entender que es humano.

Sentada tras la ventana ve pasar la vida, cuestión de segundo, mas aún la maravilla perpleja al ente sin importar la carencia de sentido que existe en la razón de su existir, asumiendo este razonamiento de lugar en un tiempo y espacio que ella misma conquistó.

El momento da origen a un entorno de mera tranquilidad, aprisionando cualquier inquietud de por medio, la luz de la mañana avanzando y escribe odas, entonadas por la esencia volátil de creaturas tan dóciles, la dulce armonía de sus coros embellece momentos de indescriptible, cual fascinante milagro, vida, ese es tu nombre, mi razón de existir, no necesito de más, para poder despertar.

Tras la ventana sigue observando, y fascinada no ha cambiado su rumbo de vuestra visión, el sol ya ha avanzando y anunciándose se está con los rayos que penetran del tempo de la canción, de la cual oda ha de entonar, el ave de cada mañana. Roza las sábanas de la cama a orillas de su habitación, continúa avanzando, acaricia los indicios de su escritorio, se anuncia al ente, de momento un pie, sigue su camino dentro del sendero de sus bellas piernas, sube voluptuosamente sobre sus caderas, apresuradamente se vislumbra la silueta del cello, al cual acoge abrazado con sus brazos entre sus piernas, con la cabeza recargada sobre el clavijero, mas la mirada continúa inédita a través del marco de ventana.

Resuenan las notas de instrumento enmascarando a las aves, se rompe la armonía de su oda inicia un nuevo comienzo. Vigorosamente frota cuerda con crines de caballo, el sonido compadece a la tranquilidad de la habitación con la invocación de la creación, el ave calla, es ahora él quien juzga belleza cual ímpetu procrea el son de naturaleza, vida crea, vida juzga, vida es.

Maravilla se ha puesto en escena por el cello y cellista. El cello es y seguirá siendo el mismo entre las mañanas de soberana tranquilidad y las noche de prodigiosa quietud, mas nunca se entonará oda cual belleza sin proceder de cellista.